La formación de espeleotemas es un proceso lento y continuo, impulsado por la disolución y precipitación del carbonato de calcio en un entorno donde el agua subterránea juega un papel clave. Factores como la química del agua, el clima, la vegetación superficial y los cambios en el nivel freático (especialmente relevantes en una región con historia de fluctuaciones marinas) influyen en la diversidad y morfología de estas formaciones.
Estas estructuras no solo son hermosas, sino que también son registros valiosos del pasado geológico y climático de la región, empleadas para reconstruir la evolución del karst o carso yucateco.

Formación de estalactitas, estalagmitas, columnas y otros espeleotemas
La formación de los espeleotemas en las cuevas del karst, resulta un proceso fascinante que refleja la interacción entre el agua, la roca caliza y las condiciones ambientales. Los espeleotemas, como estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y helictitas, son depósitos minerales (principalmente carbonato de calcio, CaCO₃) que se forman en cuevas debido a la precipitación de minerales disueltos en el agua que se infiltra a través de la roca caliza. En la Península de Yucatán, estas formaciones son comunes en cuevas kársticas debido a la extensa plataforma de carbonato y la alta permeabilidad del terreno. A continuación, se describe el proceso de formación de cada tipo de espeleotema.
Estalactitas y estalagmitas: Las estalactitas se forman en los techos de las cuevas cuando el agua cargada de bicarbonato de calcio (Ca(HCO₃)₂) se filtra a través de fracturas en la roca caliza. Al entrar en contacto con el aire de la cueva, el agua libera dióxido de carbono (CO₂) debido a la diferencia en presión parcial, lo que provoca la precipitación del carbonato de calcio. Gota a gota, este mineral se acumula formando estructuras cónicas que cuelgan del techo (estalactitas). Si estas gotas caen al suelo de la cueva, el mismo proceso de desgasificación y precipitación forma estalagmitas, que crecen desde el suelo hacia arriba. En la Península de Yucatán, estas formaciones son frecuentes en cuevas inundadas o secas, como las del Sistema Sac Aktun, donde las variaciones en el nivel freático han influido en su desarrollo.

Columnas y coladas: Las columnas se forman cuando una estalactita y una estalagmita crecen hasta unirse, creando una estructura continua desde el techo hasta el suelo. Este proceso puede tomar miles de años y depende de un flujo constante de agua mineralizada. Por otro lado, las coladas (o cortinas) se generan cuando el agua fluye a lo largo de una pared o superficie inclinada de la cueva, depositando capas delgadas de carbonato de calcio. Estas formaciones suelen tener texturas onduladas o en forma de sábana, comunes en cuevas yucatecas con paredes inclinadas, como en el sistema Ox Bel Ha. La composición química del agua, influida por la disolución de la caliza y la presencia de materia orgánica, determina la textura y color de estas formaciones.

Helictitas: Las helictitas son espeleotemas más raros y curiosos, caracterizados por su crecimiento en direcciones aparentemente ilógicas, desafiando la gravedad. Se forman por un proceso de precipitación capilar, donde el agua se mueve a través de poros microscópicos dentro del espeleotema, depositando carbonato de calcio en direcciones controladas por la presión capilar, el flujo de aire o cambios químicos locales. En la Península de Yucatán, las helictitas son menos comunes pero se encuentran en cuevas con condiciones específicas de baja ventilación y alta humedad, como en algunas secciones de cuevas secas en el interior de la península. Su formación es altamente sensible a las condiciones microambientales, lo que las hace indicadores valiosos de cambios paleoambientales.


En la lista anterior se cubren algunos de los espeleotemas más comunes y representativos de las cuevas kársticas, incluyendo las de la Península de Yucatán. Sin embargo, existen otros tipos de espeleotemas que también se forman en ambientes kársticos debido a procesos similares de precipitación mineral o dinámicas específicas del agua y el aire en las cuevas.
Banderolas o cortinas: Estas son estructuras delgadas y alargadas que cuelgan del techo, similares a estalactitas pero con una forma más aplanada, como una sábana o cortina. Se forman cuando el agua se filtra a lo largo de una fractura lineal en el techo, depositando carbonato de calcio en una banda continua. En Yucatán, las banderolas son comunes en cuevas con fracturas bien definidas, como en el sistema Dos Ojos, y pueden tener bordes ondulados debido a variaciones en el flujo de agua.
Gours (rimstone): También conocidos como “represas” o “piscinas kársticas”, los gours son depósitos de carbonato de calcio que forman barreras o bordes alrededor de charcos de agua en el suelo de las cuevas. Se crean por la precipitación de minerales cuando el agua estancada se satura de carbonato de calcio, formando estructuras escalonadas o en cascada. En cuevas yucatecas parcialmente inundadas, como en el Sistema Sac Aktun, los gours son frecuentes en áreas donde el agua permanece quieta durante largos períodos.
Pisolitas o perlas de cueva (cave pearls): Estas son pequeñas esferas de carbonato de calcio que se forman en charcos o depresiones donde el agua gotea constantemente. La agitación del agua y la precipitación concéntrica de minerales alrededor de un núcleo (como un grano de arena) crean estas perlas, similares a las perlas de ostras. Aunque menos comunes, se han observado en cuevas de Yucatán con condiciones de agua estancada y alta mineralización.
Antoditas o flores de cueva: Son espeleotemas con formas delicadas, a menudo parecidas a agujas o flores, que crecen en cualquier dirección debido a la cristalización de carbonato de calcio o aragonito en condiciones de alta humedad y baja ventilación. Su formación está influenciada por la presión capilar y la evaporación lenta. En la Península de Yucatán, las antoditas son raras pero se encuentran en cuevas secas con microclimas estables, como en algunas grutas del interior.
Balsas de calcita (calcite rafts): Estos son cristales grandes y bien formados de calcita que se desarrollan en cuevas con agua altamente saturada y condiciones estables de temperatura y presión. Pueden aparecer como revestimientos en paredes o como cristales aislados. En Yucatán, los cristales de calcita son menos comunes que otros espeleotemas, pero se han reportado en cuevas con depósitos secundarios de calcita pura.
Tubos de estalactitas o popotes: Son estalactitas huecas y muy delgadas, con un canal central por donde fluye el agua. Se forman cuando el agua gotea rápidamente y el carbonato de calcio se deposita solo en el borde exterior de la gota, creando un tubo. Estos son frágiles y se encuentran en cuevas yucatecas con techos altos y goteo constante, como en el sistema Ox Bel Ha.
Escudos o paletas: Son espeleotemas planos y circulares que crecen horizontalmente desde las paredes de la cueva, formados por la presión hidrostática que fuerza al agua a salir a través de fracturas finas, depositando carbonato de calcio en capas concéntricas. Aunque raros en Yucatán, se han observado en cuevas con condiciones hidráulicas específicas.
En la Península de Yucatán, la formación de estos espeleotemas está influenciada por la alta permeabilidad de la roca caliza, la química del agua subterránea (rica en bicarbonato de calcio) y las fluctuaciones históricas del nivel freático, que han creado un entorno ideal para estas estructuras.
Sitios de interés
Espeleotemas, cuevas y karst – Servicio de Parques Nacionales
Río Secreto – Los tipos de formaciones en cueva y cómo reconocerlas durante tu recorrido
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