Cristal azul de Ringwoodita ~150 micrómetros de ancho. Microfotografía tomada en la Universidad de Hawaii de un ejemplar crecido en Bayreuth, Germany. Autor: Joseph Smyth. Imagen encabezado: El material azul ringwoodita. Steve Jacobsen, 2014.
La ringwoodita es un mineral fascinante que ha revolucionado nuestra comprensión del ciclo del agua en la Tierra. Como la fase mineral más común en la zona de transición del manto terrestre, entre 520 y 660 km de profundidad, este mineral no solo es un componente clave de la estructura interna del planeta, sino también un reservorio de agua atrapada en su estructura cristalina. Este descubrimiento, respaldado por investigaciones publicadas en 2014, sugiere la existencia de vastos volúmenes de agua en el interior de la Tierra, transformando nuestra visión de la composición del planeta y el ciclo hidrológico global.
La ringwoodita es la fase mineral más común en la zona de transición inferior del manto terrestre, a profundidades de 520 a 660 km. Este cristal de ringwoodita contiene cerca de 1% de agua. Si toda la ringwoodita del manto contiene esta cantidad de agua, se estima que en el manto hay casi tres veces la cantidad de agua que en todos los océanos juntos.
En la sección transversal del planeta Tierra, podemos identificar la zona de transición que separa el manto superior del inferior. Ahí mismo se forman los diamantes y junto con la ringwoodita —que atrapa a las moléculas de agua—, ambos minerales continúan su viaje hasta la superficie.
El primer descubrimiento en la Tierra de ringwoodita fue realizado por un equipo internacional encabezado por la Universidad de Alberta y podría indicar la presencia de grandes cantidades de agua entre 520 y 660 km de profundidad bajo la superficie terrestre.
Crédito: Universidad de Alberta. Fuente : phys.org.
El diamante encontrado se originó a aproximadamente 520 km bajo la superficie terrestre, donde grandes masas de agua pueden acumularse por subducción de placas océanicas, con el avance y reciclamiento del suelo oceánico hacia la zona de transición del manto. Los resultados de estas investigaciones fueron publicados en 2014 por Pearson et al. (2014) en la revista Nature.
Características de la ringwoodita
La ringwoodita es una forma de alta presión del mineral olivino, con una composición química de silicato de magnesio y hierro (Mg₂SiO₄ o (Mg,Fe)₂SiO₄). Se forma en condiciones extremas de presión y temperatura en la zona de transición del manto, donde las placas tectónicas subducidas transportan materiales hacia el interior terrestre. Su estructura cristalina tipo espinela permite incorporar moléculas de agua (en forma de grupos hidroxilo, OH⁻) en defectos de su red, lo que la convierte en un mineral hidratado único. Estudios han demostrado que la ringwoodita puede contener entre 1% y 3% de su peso en agua, una cantidad significativa considerando su abundancia en el manto.
El descubrimiento de la ringwoodita terrestre
El primer indicio de la presencia de ringwoodita con agua en la Tierra provino de un descubrimiento fortuito liderado por un equipo internacional de la Universidad de Alberta en 2014. Los investigadores encontraron una inclusión de ringwoodita dentro de un diamante formado a unos 520 km de profundidad, traído a la superficie por procesos geológicos. Este diamante, originado en la zona de transición, contenía ringwoodita con aproximadamente 1.5% de agua en peso, confirmando que este mineral puede actuar como un reservorio de agua en el manto profundo. Los resultados, publicados en la revista Nature por Pearson et al. (2014), sugieren que grandes cantidades de agua podrían estar almacenadas entre 520 y 660 km bajo la superficie terrestre, posiblemente acumuladas por la subducción de placas oceánicas.
Implicaciones para el ciclo profundo del agua
El descubrimiento de la ringwoodita hidratada ha fortalecido la hipótesis de que el agua de los océanos, lagos y ríos de la Tierra tiene un origen parcialmente interno. A diferencia de otros planetas rocosos, donde el agua superficial pudo escapar al espacio, la Tierra ha retenido grandes cantidades de agua en su manto gracias a minerales como la ringwoodita. Se estima que, si toda la ringwoodita en la zona de transición contiene entre 1% y 3% de agua, el manto podría albergar entre tres y cinco veces el volumen de agua presente en todos los océanos superficiales combinados.
Este hallazgo implica que el ciclo hidrológico terrestre no se limita a la superficie y la atmósfera, sino que se extiende cientos de kilómetros bajo la corteza. El agua atrapada en la ringwoodita puede permanecer en el manto durante millones de años, participando en un ciclo profundo que involucra:
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Subducción: Las placas oceánicas hidratadas transportan agua hacia el manto al descender en las zonas de subducción.
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Almacenamiento: La ringwoodita y otros minerales hidratados, como la wadsleyita, retienen agua en la zona de transición.
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Liberación: Procesos magmáticos y el ascenso de diamantes pueden devolver agua a la superficie, completando el ciclo.
Este ciclo profundo tiene tiempos de residencia extremadamente largos, en escalas de millones de años, y juega un papel crucial en la regulación del agua disponible en la superficie terrestre a lo largo del tiempo geológico.
La zona de transición y los diamantes
En la sección transversal del planeta Tierra, la zona de transición, que separa el manto superior del inferior, es una región de alta presión donde se forman tanto la ringwoodita como los diamantes. Los diamantes actúan como cápsulas del tiempo geológicas, preservando inclusiones de ringwoodita y agua mientras son transportados a la superficie por erupciones volcánicas profundas, como las asociadas a kimberlitas. Estas inclusiones proporcionan una ventana directa al manto profundo, revelando las condiciones químicas y físicas de esta región inaccesible.

Impacto en la comprensión de la Tierra
La presencia de agua en la ringwoodita no solo altera nuestra percepción de la composición del manto, sino que también tiene implicaciones para la dinámica del planeta. El agua almacenada en el manto puede influir en la viscosidad del material mantélico, afectando procesos como la convección y el movimiento de las placas tectónicas. Además, la existencia de estos reservorios profundos sugiere que la Tierra es un sistema hidrológico más complejo de lo que se pensaba, con agua circulando entre la superficie y el interior a lo largo de su historia geológica.
Investigaciones futuras
A pesar de los avances, aún quedan preguntas por responder. ¿Cómo varía la cantidad de agua en la ringwoodita a través del manto? ¿Qué otros minerales hidratados podrían contribuir al ciclo profundo del agua? Las investigaciones actuales buscan analizar más inclusiones en diamantes y realizar experimentos de alta presión en laboratorio para simular las condiciones del manto.
La ringwoodita, con su capacidad para almacenar moléculas de agua en el manto profundo, sugiere depósitos de proporciones colosales, aunque hay que especificar que no se encuentra en forma líquida (es decir, no son “océanos subterráneos”), sino como millones de moléculas en inclusiones dentro de la estructura cristalina de unidades de ringwoodita hidratada (en forma de grupos -OH). Este mineral no solo es un testigo de los procesos geológicos extremos del interior terrestre, sino también una pieza clave en el rompecabezas del ciclo hidrológico global. A medida que la ciencia avanza, la ringwoodita continúa iluminando los misterios de nuestro planeta, recordándonos que incluso en las profundidades más inaccesibles, el agua —el elemento de la vida— está presente.
Lecturas recomendadas
- Water-rich gem points to vast ‘oceans’ beneath the Earth
- Northwestern News: New Evidence for Oceans of Water Deep in the Earth. Water bound in mantle rock alters our view of the Earth’s composition
- Hydrous mantle transition zone indicated by ringwoodite included within diamond




