Mecanismos de formación de karst en Yucatán

Mecanismos de formación de karst en Yucatán
Artículo publicado en Revista Geotecnia (267)
Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica, A.C. (SMIG)
https://smig.org.mx/revista-digital-smig/267/mecanismos_formacion.php

NOTA TÉCNICA

Mecanismos de formación de karst en Yucatán

Los rasgos más característicos en el karst incluyen desde lomeríos, dolinas, cenotes, pozos verticales y manantiales hasta complejos sistemas subterráneos de drenajes y cuevas, características que son resultado de la acción de disolución del agua sobre el lecho rocoso. Los sistemas de drenaje subterráneo pueden ser tan extensos que algunas expresiones kársticas podrían verse afectadas por perturbaciones que ocurren a kilómetros de distancia del área afectada. Asociadas a las geoformas kársticas conviven flora y fauna cuyo ciclo de vida depende del entorno único de estos sistemas; incluso ligeras perturbaciones pueden tener impactos significativos sobre ellas.

El paisaje kárstico posee características topográficas propias e hidrogeológicas únicas. Los proyectos de construcción sobre topografía kárstica deben ser extremadamente sensibles a potenciales impactos y tomar las precauciones posibles para prevenirlos o minimizarlos.

¿Qué es el karst?

Las rocas compuestas por carbonatos (principalmente de calcio y magnesio) constituyen el reservorio de carbono (C) más grande del planeta Tierra. La mayor parte de los carbonatos se forman en los océanos y una parte considerable ocurre en plataformas someras de carbonatos que cubren 800,000 km2 de la superficie terrestre. Estos minerales de carbonato son fácilmente meteorizados, ya que se encuentran cerca de la superficie y retienen su porosidad primaria, mientras que la disolución producida por el flujo de agua conduce a incrementos en su permeabilidad de varios órdenes de magnitud.

El desarrollo de redes subterráneas de drenaje organizadas y cada vez más eficientes, principalmente por disolución, que llamamos karstificación, da como resultado una pérdida de masa a través del sistema acuífero. Al menos un 16% de la superficie terrestre está formada por carbonatos, y sus funciones hidrogeológicas proporcionan alrededor del 25% del suministro de agua potable del mundo (Ford y Williams, 2007). La creciente explotación de los recursos en terrenos kársticos, como el agua y la piedra para construcción, provoca graves impactos ambientales. Desafortunadamente, el número de áreas kársticas afectadas por la contaminación del agua, la degradación del paisaje y otros impactos está creciendo muy rápidamente, y el daño causado a infraestructura por colapsos muestra una tendencia creciente (Waltham y Fookes, 2003; Waltham et al., 2005).

En escala geológica, los procesos de disolución generan cavidades y conductos que van creciendo con el tiempo hasta formar extensas galerías subterráneas e intrincadas cuevas. A este proceso le llamamos karstificación o carstificación, ya que el nombre viene de una localidad que describe sus característicos paisajes: el Karst o Carso en los Balcanes. Por esta razón, solemos escuchar que el tipo de suelo en la península es de tipo “kárstico” o “cárstico”, que es más propiamente un tipo de roca soluble en el que suceden procesos de karstificación.

El karst no es un tipo de roca, es un proceso geomorfológico posdeposicional que sucede en rocas de diferentes orígenes: halita, calcita, dolomía y yeso, es decir, minerales que son solubles o parcialmente solubles a la acción de los flujos de agua superficial y subterránea. El karst de roca carbonatada o caliza está mejor desarrollado en las regiones tropicales y templadas húmedas, debido a la mayor disponibilidad de dióxido de carbono en el suelo y a las mayores cantidades de lluvia, que incrementa la disolución.

El karst o carso yucateco

En la actualidad, la de Yucatán es una de las más grandes plataformas de carbonatos en escala global. Uno de los rasgos distintivos del norte de esta península son los cenotes y dolinas (un cenote es una dolina cuya base sobrepasa el nivel freático), sartenejas, conductos o tubos de disolución, así como cavernas y extensos sistemas de cuevas. Hace millones de años, la península era muy diferente de como la conocemos actualmente. Desde entonces ha sufrido modificaciones radicales a causa de cambios climáticos en el planeta. Un ejemplo de estos cambios fue el periodo de la última glaciación o Era de Hielo –hace unos 20,000 años–, cuando el nivel del mar se encontraba 120 metros por debajo de su nivel actual y muchos de los cenotes y cuevas en las que hoy podemos bucear se encontraban secos. Desde entonces, el nivel del mar ha aumentado más o menos gradualmente y muchas cuevas fueron inundadas.

La porción que conocemos como la Península de Yucatán –por encima del nivel del mar– es solamente una parte de la plataforma de carbonatos que fue creciendo desde el fondo marino sobre el Bloque de Yucatán por acumulación de millones de esqueletos de organismos marinos que utilizan el carbonato de calcio para formar sus huesos, conchas, espículas y otras partes del cuerpo. Al morir, se depositaron sobre el fondo para compactarse y endurecerse junto con arcillas finas al paso de millones de años. El crecimiento de la plataforma se da a través de la deposición de carbonato biogénico, es decir, proveniente de organismos vivos y, además, es un proceso que necesariamente sucede debajo del agua.

La roca caliza así formada y endurecida por litificación se caracteriza por una alta permeabilidad y un bajo gradiente hidráulico, donde el agua de origen meteórico se infiltra y acumula en el subsuelo para formar una lente delgada de agua dulce que flota sobre una masa de agua salina, más densa, cuyo origen es la intrusión marina. El contacto entre ambas masas de agua, dulce y marina, forma una zona de mezcla o haloclina. La lente de agua dulce constituye la única fuente de agua para consumo en la Península de Yucatán desde la prehistoria, renovable solamente por la lluvia estacional. Este acuífero es, por sus características, intrínsecamente vulnerable a la contaminación.

El funcionamiento del acuífero depende del conjunto de procesos hidrológicos, geológicos, químicos y biológicos que suceden en la roca madre o matriz, la red de fracturas y la red de conductos subterráneos ordenados. El conjunto de estas zonas subterráneas conforma el acuífero kárstico costero: a) la zona de vadosa o de aireación (desde la superficie de la tierra hasta la capa freática), a través de la cual pasa el agua que recarga al acuífero; b) la lente de agua dulce (zona de saturación) y c) la masa de agua salada.

En la costa oriental de Quintana Roo se encuentran extensos sistemas de cuevas, con pasajes ramificados y amplias galerías inundadas, que incluyen las cuevas subacuáticas más largas del planeta: Sistema Sac Aktun y Sistema Ox Bel Ha, en el municipio de Tulum. Además existen muchos otros sistemas de cuevas inundadas que alcanzan un total de 1,650 km y un registro de 360 km de cuevas secas. Para dimensionar la extensión de estos sistemas de cuevas debe considerarse que el área que contiene a Sac Aktun tiene una densidad lineal de cuevas de 2.9 km/km2. En el área de Ox Bel Ha la densidad de cuevas alcanza 5.2 km/km2 (Kambesis y Coke, 2016).

Mecanismos de la karstificación

Espeleogénesis es la palabra que se usa en espeleología y geología para describir el mecanismo de formación de todo tipo de cuevas, cavernas, grutas y cenotes. La hipótesis más aceptada propone una secuencia de pasos en la karstificación, que consiste en la combinación de al menos tres mecanismos: disolución de la roca caliza, colapso del techo y crecimiento (formación de espeleotemas).

Disolución y sistema de carbonatos

La velocidad de disolución de la roca depende de la solubilidad y la constante de velocidad de disolución específica del mineral constituyente, el grado de saturación del solvente, el área presentada al solvente y el movimiento del solvente (que permite mantenerlo subsaturado). La solubilidad de la caliza en agua pura es extremadamente baja y es comparable a la de los silicatos; por tanto, el factor clave es el dióxido de carbono (CO2), ya que las reacciones acuosas de este gas con la caliza producen bicarbonato, que es muy soluble. La reacción se puede simplificar en la bien conocida ecuación:

CaCO3 (s) + CO2 (g) + H2O (ac)    Ca2+(ac) + 2H2CO3(ac)

que describe la reacción química de formación y disolución de la roca caliza formada por carbonato de calcio en condiciones ambientales normales en sistemas acuáticos; estado sólido (s), gaseoso (g) y acuoso/líquido (ac).

Esta reacción muestra también que, en una eventual acidificación del océano como consecuencia del cambio climático global, habrá una tendencia a la disolución, ya que el CO2 (g) de la atmósfera, al disolverse en el agua, vuelve a esta más ácida y reactiva. Esta ecuación química leída en sentido inverso indica el proceso de desgasificación y precipitación de carbonato de calcio, un importante mecanismo en la formación de estalactitas, estalagmitas y otros espeleotemas.

Esto es una simplificación excesiva de los muy complejos procesos y cinéticas de disolución, que pueden consultarse a detalle en revisiones de amplia profundidad y complejidad (White, 1988; Dreybrodt, 2000; Ford y Williams, 2007). El agua de lluvia contiene sólo una pequeña cantidad de CO2; la mayor parte del dióxido de carbono es biogénico, derivado de la descomposición de materia orgánica en los suelos, y el agua de lluvia que se infiltra a través del suelo lo disuelve y transporta. En la interfase de capas dulce y salada (haloclina) existe un gradiente de temperatura y salinidad y, sobre todo, diferencias en la saturación de CO2 que le proporcionan un poder corrosivo mayor hacia la roca caliza. Al bucear en las cuevas es posible observar que sobre la haloclina los pasajes generalmente son más anchos, una señal de que la disolución es mayor en esa zona y que es un proceso en continuo desarrollo.

Otro tipo de disolución, de origen biológico, es el que se presenta en el interior de algunos cenotes, donde bacterias descomponen la materia orgánica y producen ácido sulfhídrico (H2S), un poderoso corrosivo que, al disolverse y concentrarse sobre la superficie de la haloclina, se observa en forma de “nube” y resulta tóxico para los organismos que respiramos oxígeno. Al entrar en contacto con las capas superficiales, que pueden contener un poco de oxígeno disuelto, el ácido sulfhídrico se transforma en ácido sulfúrico (H2SO4), también un ácido fuerte y potente corrosivo de la roca caliza.

En el segundo mecanismo, cuando el nivel del mar ha bajado durante periodos glaciales, desciende también el nivel del acuífero y deja una cavidad o cueva llena de aire donde, por falta de soporte, colapsan y se desploman diferentes secciones del techo, y así se forma un cenote. Al final del periodo glacial se descongelan los polos, aumenta nuevamente el nivel del mar e inunda la cueva.

Sabiendo que la mayor disolución ocurre en la zona de mezcla entre el agua dulce y salada, la cual sube o baja dependiendo del nivel del mar, se puede entender la razón por la cual existen diferentes niveles de cuevas a distintas profundidades. Al cambiar el nivel del mar, la haloclina se desplaza y empieza a disolver la roca a diferente profundidad, con lo que empieza otro “nivel” de cuevas.

De manera natural, los colapsos intermitentes a lo largo de los sistemas de cuevas van abriendo ventanas hacia la superficie, por donde es posible ingresar a los conductos y pasajes. Generalmente, los cenotes en la parte oriental de Quintana Roo se forman por el colapso del techo de cuevas formadas durante periodos muy largos, cuando la profundidad de la haloclina ha permanecido por mucho tiempo más o menos en la misma posición y ha ensanchado galerías y pasajes. Los cenotes son complejos sistemas acuáticos y cuentan con conexiones a corrientes subterráneas que favorecen la circulación de agua; de ahí proviene la manera coloquial de llamar a las cuevas freáticas o inundadas como “ríos subterráneos”.

Finalmente, el tercer paso asociado al proceso de karstificación es el responsable de la formación de estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y otros espeleotemas por acumulación del material disuelto en el primer paso. En la formación de espeleotemas está involucrada la desgasificación, la expulsión del CO2 del agua al entrar esta en un ambiente de cueva diferente al del exterior, lo que provoca la precipitación de carbonato de calcio (la ecuación química presentada anteriormente, leída de derecha a izquierda). En el caso de las cuevas inundadas, este proceso ya no sucede.

Peligro geológico asociado al karst

Cualquier oquedad presente en el subsuelo constituye un elemento de debilidad dentro de un macizo rocoso, y el karst se distingue por tener las cavidades naturales más grandes, donde la falla del techo puede representar un riesgo geológico significativo. Asegurar la permanencia de las condiciones naturales de los sitios kársticos es fundamental por su importancia ambiental y cultural, así como por razones de seguridad. Los colapsos se presentan donde las cavidades o pasajes de las cuevas se agrandan más allá de los límites de la propia estabilidad del techo. La falla puede ser iniciada o acelerada por las cargas impuestas durante trabajos de construcción y constituye un riesgo geológico importante donde existen grandes cuevas a poca profundidad, como es el caso de la costa oriental de la Península de Yucatán.

Colapsos naturales y colapsos inducidos

La mayor parte de los colapsos se heredan de procesos naturales de disolución y erosión; sin embargo, el principal riesgo geológico a infraestructura es generado por cavidades y conductos que están activos en la actualidad y con potencial desarrollo de eventos de falla. El riesgo de nuevos hundimientos nunca se puede eliminar por completo, pero puede reducirse a niveles bajos y aceptables mediante un adecuado control de drenaje del agua subterránea (Waltham, 2008).

Los colapsos inducidos por actividades humanas pueden separarse en dos grupos: aquellos derivados de prácticas de uso del suelo y extracción de agua subterránea, y aquellos derivados de actividades y prácticas asociadas a construcción y desarrollo de infraestructura. Muchas actividades de construcción modifican el drenaje local tanto superficial como subterráneo. Al modificar la cobertura vegetal e inducir infiltración concentrada con obras de drenaje en sitios particulares, se fomenta la disolución de la roca, que puede generar nuevos colapsos. El relleno de cavidades y cambio de pendientes también modifica el drenaje local, deriva en zonas inundables y crea nuevas zonas de disolución activa que representan un impacto potencial acumulativo (Tihansky, 1999).

Las prácticas de ingeniería civil más comunes incluyen la perforación y pilotaje, inyección de concreto en cavidades subsuperficiales, construcción de refuerzos y difusores de tensión para dar soporte a la construcción y la compactación con martillo hidráulico o el uso de aplanadoras vibratorias para inducir colapsos de zonas débiles que se reforzarán posteriormente. Estas prácticas son únicamente paliativos de un problema que requiere un entendimiento integral que desde la planeación incluya todos los estudios y esfuerzos para prevenir impactos negativos. Además, aunque los colapsos pueden tener impactos estructurales locales, pueden generar efectos regionales en el agua subterránea como recurso al transportarse largas distancias. Debido a que el material del colapso interactuará física y químicamente con el agua, pueden registrarse cambios en parámetros como turbidez, conductividad y oxígeno disuelto.

Identificación del karst

A menudo es difícil determinar claramente el tipo y la extensión de las expresiones kársticas en un área, debido a los complejos y variados procesos involucrados en su formación. La investigación inicial debe incluir el uso de datos geotécnicos existentes. Se debe realizar una prospección geológica del área inmediata y circundante del sitio para determinar las características kársticas y considerar la participación de consultores geotécnicos especializados en karst.

La identificación y delineación de las geoformas kársticas debe incluir: ubicación, distribución y dimensiones de las cavidades; profundidad y configuración de la roca en superficie; variación en las características físicas de los suelos; calidad del agua subterránea y sus patrones de flujo. Por lo enunciado anteriormente, resulta necesario identificar las formaciones kársticas en el contexto del drenaje local a una escala entre decenas y centenares de metros, para prevenir efectos y minimizar impactos. Es recomendable contar con una caracterización detallada usando métodos de exploración geológica-geofísica directos e indirectos complementarios y analizarlos con el enfoque del karst, para la identificación de estructuras de alta vulnerabilidad.

Entre estos métodos se pueden mencionar estudios directos que incluyen prospección geológica, mapeo y sondeos mixtos con recuperación de núcleo de roca para análisis en laboratorio; estudios indirectos de geofísica aplicada (eléctricos, electromagnéticos, gravimétricos y sísmicos) para caracterizar el karst en cuanto a estrato de roca seca, zona vadosa, estratos de roca saturada, conductos de drenaje subterráneo, estrato de agua dulce, estrato de zona de mezcla y estrato de agua salada. Pueden realizarse cálculos analíticos con los parámetros de la roca local, modelos numéricos de desplazamiento de elemento finito, así como estudio de cargas dinámicas.

Conclusiones

El karst presenta con frecuencia condiciones difíciles para los ingenieros y, a menudo, aquellos que sólo están familiarizados con roca insoluble lo entienden de manera inadecuada. Resulta necesario el reconocimiento de la escala de los riesgos geológicos, ya que una comprensión integral del karst es esencial para una buena práctica en ingeniería. Una respuesta exitosa de ingeniería al riesgo geológico del karst requiere el conocimiento profundo de los mecanismos de karstificación, de los flujos de agua subterránea, colapsos y subsidencias, para que la generación moderna de ingenieros pueda diseñar estructuras y edificios seguros en este difícil terreno.


Referencias

Dreybrodt, W., & Eisenlohr, L. (2000). Limestone Dissolution Rates in Karst Environments. In A. Klimchouk, D. C. Ford, A. N. Palmer, & W. Dreybrodt (Eds.), Speleogenesis: Evolution of Karst Aquifers (pp. 136-148). National Speleological Society, Huntsville, AL. ISBN 1-879961-09-1.
https://doi.org/10.1016/S0022-1694(00)00341-3

Ford, D. C., & Williams, P. (2007). Karst Hydrogeology and Geomorphology.  (Rev. ed.). John Wiley & Sons, Ltd. ISBN:9781118684986
https://doi.org/10.1002/9781118684986

Kambesis, P. N., and Coke, J. G., (2016). The Sac Actun System, Quintana Roo, Mexico. Boletín Geológico y Minero, 127 (1): 177–192. ISSN: 0366-0176
https://web.igme.es/Boletin/2016/127_1/BG_127-1_Art-12.pdf

Monroy-Rios, E. (2020). Advancements in our Understanding of the Yucatán Platform: Sedimentary Geology and Geochemistry, Speleogenesis, Chicxulub Ring of Cenotes, and Tectonic Stability. PhD dissertation, Northwestern University.
https://www.proquest.com/docview/2469739315

Monroy-Ríos, E (2016) Espeleogénesis ¿Cómo se formaron cuevas y cenotes? Karst Geochemistry and Hydrogeology (Blog personal). Artículo publicado el 20 de mayo, 2016. Recuperado de:
https://sites.northwestern.edu/monroyrios/2016/05/20/espeleogenesis/

Tihansky, A. B. (1999). Sinkholes, West-Central Florida. A link between surface water and ground water. In: D. Galloway, D. R. Jones, & S. E. Ingebritsen (Eds.), Land subsidence in the United States: U.S. Geological Survey Circular 1182 (pp. 121–140). https://fl.water.usgs.gov/PDF_files/cir1182_tihansky.pdf

Waltham, A. C. (2008). Sinkhole hazard case histories in karst terrains. Quarterly Journal of Engineering Geology and Hydrogeology, 41(3), 291–300. https://doi.org/10.1144/1470-9236/07-211

Waltham, A. C., Bell, F., & Culshaw, M. (2005). Sinkholes and Subsidence. Karst and Cavernous Rocks in Engineering and Construction (A. C. Waltham, F. Bell, & M. Culshaw, Eds.). Springer Berlin, Heidelberg, 386 pp. https://doi.org/10.1007/b138363

Waltham, A. C., & Fookes, P. G. (2003). Engineering classification of karst ground conditions. Quarterly Journal of Engineering Geology and Hydrogeology, 36(2), 101–118. https://doi.org/10.1144/1470-9236/2002-33

White, W. B. (1988). Geomorphology and Hydrology of Karst Terrains. New York: Oxford University Press. ISBN 0-19-504444-4, 464 pp. https://doi.org/10.1002/jqs.3390040211


Emiliano Monroy Ríos
Licenciado en Química con maestrías en Ciencias del Mar y Limnología y en Geología; doctor en Geoquímica. Técnico académico en el Centro de Investigación Científica de Yucatán. Buzo de cuevas y consultor profesional en riesgos geológicos en el karst.

Observaciones a la MIA del Tramo 5 del Tren Maya

ANÁLISIS DE LA MANIFESTACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL MODALIDAD REGIONAL (MIA-R) DEL PROYECTO
“TREN MAYA TRAMO 5 SUR”

Clave del proyecto 23QR2022V0020
Consulta Pública, Mayo, 2022

Aquí se pueden revisar los documentos del análisis que un grupo de académicos, expertos y activistas realizamos sobre la Manifestación de Impacto Ambiental del Proyecto Tren Maya Tramo 5 Sur.

En el documento participamos, entre otros:

Dra. Sarah Cristina Ayala Azcárraga
Dra. María Fernanda Lases Hernández
Dr. Emiliano Monroy Ríos
Candidata a Dra. Inari Sosa Aranda
Candidato a Dr. Fernando Calderón Gutiérrez
Candidato a Dr. Rodrigo Pacheco Muñoz
Biól. Shanty Daniela Acosta Sinencio
Biól. Jose Daniel Graf Pérez
Candidato a Dr. Angel Merlo Galeazzi
M. Eugenio Fernández Vázquez

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Nuestras observaciones de la Manifestación de Impacto Ambiental del Proyecto Tren Maya Tramo 5 Sur:

Along the routes of the “Tren Maya”

Leer en Español

One of the distinctive features of the northern Yucatán Peninsula is its relatively flat topography, devoid of valleys or mountains, with elevations barely exceeding 30 meters. The terrain is primarily composed of limestone, or sascab (white earth), which contains calcium and magnesium carbonates that are slightly soluble in water.

In this type of rock, dissolution processes of the limestone are common, creating voids and conduits that grow over time, forming extensive underground galleries and intricate cave systems. This process is called karstification, derived from the Karst region in Slovenia, which has served as a reference for describing its characteristic landscapes. For this reason, the soil in the peninsula is often referred to as “karst,” more accurately describing a mass of rock that has undergone the geomorphological processes of karstification. In fact, this process continues to occur today.

Systematic exploration of the underwater caves in Quintana Roo began in Tulum in the mid-1980s. Various diving teams started exploring the region’s cenotes and discovered extensive passages that expanded as they connected their records.

Underwater Caves of Quintana Roo

Cuevas subacuáticas de Quintana Roo
In the Tulum area, over 630 kilometers of underwater caves have been explored and mapped in nearly 35 years of exploration. In Quintana Roo, approximately 1,800 kilometers of known caves exist, with many more yet to be explored (QRSS, 2019). The Tren Maya project must ensure their preservation. It should be noted that the presented image contains data from the National Risk Atlas (CENAPRED/SEGOB), where the caves are misaligned and distorted compared to original exploration maps.

The longest underwater cave on Earth is located beneath the municipality of Tulum in Quintana Roo, Mexico. It spans over 360 kilometers at an average depth of 21 meters and a maximum depth of 120 meters in a deep cavity called “El Pit.” The Sac Aktun System, meaning “white cave,” discharges infiltrated rainwater through the rock into the Caribbean Sea via springs and inlets such as Xel Ha and Yalkú. When sea levels drop, caves previously filled with water become air-filled, losing support and causing the collapse of the roof in various sections, creating access points to the cave. The Sac Aktun System has over 220 cenotes.

Speleogenesis: How were caves and cenotes formed?

Divers explore the Sac Aktun underwater cave system beneath the Tulum area. Photo: Gran Acuífero Maya Project.

Anthropological Findings

The extensive cave system beneath the Yucatán Peninsula has proven to be a guardian of invaluable anthropological and paleontological treasures for understanding history. Remains of Pleistocene animals and humans, dating back long before the Maya civilization, have been found in its underwater passages and galleries. Underwater, these caves provide a unique environment for preserving human and animal remains.

The Woman of Las Palmas raises new questions about how and when our ancestors arrived on this continent.

In 2006, the nearly complete (90%) skeleton of the “Woman of Las Palmas” was found in another underwater cave 4.5 km from Tulum, corresponding to a woman aged 45–50 years and 1.52 meters tall. These findings are key to understanding the peopling of our continent.

A few years earlier, in 2004, the remains of the “Woman of Naharon,” aged 20–25 years, were found at a depth of 23 meters and 370 meters from the nearest entrance in the Naranjal System. Her remains were dated to 13,600 years ago, although this date is under dispute, and further dating is ongoing.

The Chan Hol II archaeological site before it was vandalized. The skeleton was originally complete and nearly articulated. Photograph by Nick Poole and Thomas Spamberg (Stinnesbeck et al., 2017).

The “Youth of Chan Hol” was found in the Chan Hol cenote of the 32-km-long Toh Ha System. The body was possibly placed in a funerary ceremony at the end of the Pleistocene, when sea levels were 120 meters lower and before the caves the youth explored were flooded. Isotope analysis of a speleothem associated with the bone suggests an age of ~13,000 years. In February 2012, various media reported the findings, and days later, the cave was vandalized, with many bones stolen between March 16–23 by unidentified individuals. For this reason, many locations are kept secret.

The Story of Naia

In March 2008, in the Aktun Hu section of the Sac Aktun System, in a place called “Hoyo Negro,” the remains of a woman aged 15–17 years, named Naia, were found at a depth of 42 meters, with an estimated age of 12,000–13,000 years.

Álvarez, one of the original divers who discovered Hoyo Negro, an underwater cave in the Yucatán Peninsula filled with ancient human and animal bones, later returned as part of an expedition to recover and study Naia, one of the oldest and best-preserved skeletons ever discovered in the Americas.

Exploring divers found her in her underwater tomb, alongside remains of other animals identified as saber-toothed cats, gomphotheres (related to modern elephants), giant tapirs, boars, bears, pumas, bobcats, coyotes, coatis, and bats.

In the years following the discovery, careless divers handled the remains, and to prevent further interference, the bones were removed from the cave between 2014 and 2016, enabling further scientific studies. Mitochondrial DNA analysis of Naia has indicated a genetic link between Paleo-Americans and modern Native Americans.

Left: Naia’s facial reconstruction reveals that the first humans to set foot on the continent did not closely resemble Native Americans, though genetic evidence confirms their shared ancestry. Right: The cave was predominantly dry during Naia’s short life; she may have fallen while exploring its dark passages. Recreation: J Chatters / Applied Paleoscience: T McClelland / Photography: T Archibald / Art (right): J Foster (National Geographic, 2015).

Carbon-14 dating of her tooth enamel yielded a maximum age for Naia of approximately 12,900 years. Calcium carbonate accumulations that grew over Naia’s bones have been dated to 12,000 years using the uranium-thorium (U/Th) method.

The Karst-Anthropogenic System

The caves and cenotes of the Yucatán Peninsula have been used as shelters and for other activities for a long time. Based on their use, they could be subdivided into sanctuaries, utility rooms, and places where water and sascab were extracted.

Cenote Xtacumbilxunan, in Bolonchén (‘nine water wells’), Campeche. This village escaped the 1833 cholera epidemic. The only source of freshwater flows deep beneath thick layers of limestone. Lithograph by H Warren. Image published in “Views of Ancient Monuments in Central America, Chiapas and Yucatan” – Frederick Catherwood (1844).

Caves with natural lighting were used as workspaces: pottery, grinding stones, and other stone items have been found in them. The third group of caves was used to collect clay or sascab for making pottery or as stucco for finishing house walls. It is evident that the underground cavities were partially modified or rebuilt during their use by their inhabitants.

Handprints in a cave in Yucatán (Pic: Sergio Grosjean).

In the 1980s, the Yucatán Peninsula, particularly Quintana Roo, experienced the beginning of a tourism development boom and a significant transformation of the karst system with a strong anthropogenic component.

Cave and cenote systems are subject to mechanical destruction by explosives or machinery, as occurs in many sites adapted for “rafting” in phreatic caves (underground rivers), which increases the infiltration of contaminants into deeper layers.

Currently, the impact on the karst landscape of the Yucatán Peninsula is considerable, also associated with tourism and intensive visits to archaeological zones, caves, and cenotes.

Punta Cancún, where a portion of Cancún’s hotel zone is located.

The Tren Maya, if completed, must safely address the technical challenges of crossing over the world’s largest underwater cave systems, such as the Sac Aktun and Ox Bel Ha systems. Like these, dozens of systems exist along the eastern coast of Quintana Roo.

The most comprehensive list and associated maps of Quintana Roo’s underground systems are published by the Quintana Roo Speleological Survey (QRSS).

Source: QRSS. Updated July 18, 2019.

Hydrogeological System

The Sac Aktun System is just one of many caves that discharge infiltrated rainwater from the subsurface into the Caribbean Sea, acting as natural drains. Collapses in various roof sections have formed over 220 cenotes, used for commercial and recreational purposes around the Tulum area.

Sac Aktun System. Photograph: Gran Acuífero Maya (GAM)/INAH Archive.

The area containing Sac Aktun has a cave density of 2.9 km/km². In the Ox Bel Ha area, the cave density reaches 5.2 km/km². These cave systems maintain the hydrological balance of the region by discharging infiltrated rainwater into the Caribbean Sea.


Today, the term “cenote” is used to designate any underground space with water and an opening to the outside. Cenotes form when thin sections of the roof collapse onto the cavities along the cave, creating new entrances to the underground world.

In the Samulá cenote in Valladolid, Yucatán, one can clearly observe the pile of rocks that collapsed from the roof on the floor. Recent stalactites and roots descending from the surface in search of water are also visible.

Samulá Cenote. Photograph: @Caminomascorto.

For example, in the Suytun cenote, also near Valladolid, the collapsed rocks were used to build a platform for visitors.

Suytun Cenote. Image: Fun&Travel.

The collapsing roof sections can be small or very large, leading underground to wide galleries or narrow water-filled passages. Cenotes are also entry points for light and organic matter into the hydrogeological system, interacting with groundwater.

As seen, underwater cave systems discharge infiltrated water from the jungle into the Caribbean Sea. Occasionally, large sections of the cave roof near the coast collapse, forming “caletas” such as the well-known Xel Ha, Xcaret, and Yalkú, with significant groundwater flows into the ocean.

It can also happen that caves extend beyond the coastline and discharge ‘fresh’ water directly through openings in the shallow seafloor. These are called “ojos de agua” (water springs), which are very common, for example, in the Puerto Morelos reef lagoon.

Distribution of coastal discharges and water springs in northeastern Quintana Roo. Black dots represent water springs, and red lines represent cave systems (Kambesis, 2016 / Cave data: QRSS).
Water spring in Puerto Morelos, Quintana Roo.

Between Akumal and Playa del Carmen, 330 km of passages in over 250 dry caves have been recorded, some just above the current sea level in the epiphreatic zone, which experiences periodic flooding. The largest is the Pool Tunich System (Río Secreto), with 51.9 kilometers in length. Within this 234 km² area, the cave density is 0.5 km/km².

Pool Tunich System (Río Secreto). Peter Sprouse Teams, 2018.

Other dry cave systems include the Sac Muul System and the Alux System, which extends beneath Federal Highway #307 near Puerto Aventuras.

Alux Sur System, Puerto Aventuras, Quintana Roo (Alux Survey Team, 2008).

Risks in the Karst

In some places, the roof thickness is less than 1.5 meters. Inside the cave, it is possible to hear cars passing overhead on the highway. Like the Alux System, there are numerous cavities along Highway #307, as it coincides with the beach ridge, the edge with the highest elevation.

Collapses occur naturally and without warning; they are difficult to predict. Their frequency may increase if controls to ensure construction safety are lacking. Risks can be minimized by considering the region’s characteristics.


The high density of caves and cenotes within Tulum’s urban area poses a direct threat to the construction of large-scale tourism and housing developments, as in many sections, the cave roof is very thin. Protecting the Sac Aktun System—and many other equally important systems in the region—from human impact requires strict regulations on wastewater treatment in the Riviera Maya, construction oversight, and continuous hydrogeological research and monitoring of the region’s karst aquifer. This must undoubtedly be included in regional development policies and considered for future tourism and transportation projects.

For sustainable use of these systems, a comprehensive understanding of cenotes, caves, groundwater movement, and their interaction with the rocks forming the aquifer, the influence of the ocean and its tides (i.e., the study of the peninsula’s complete hydrogeological system), is necessary. It is also essential to assess the impact of urban areas and potential causes of contamination of the only water source available—groundwater. This pursuit must involve the convergence of environmental sciences, water sciences, earth sciences, biological sciences, the study and conservation of the underground conduit network, knowledge accumulated in communities, efficient resource exploitation, and, of course, sustainable exploration and use through cave diving.

Direct and indirect surveys and specific topographic studies are necessary to determine the location not only of extensive cave systems but also of scattered, isolated cavities, which are abundant throughout the karst region, for any large-scale infrastructure project.


“Entering a cave is an unforgettable experience. Caves speak to us of geology, biochemistry, paleontology, and archaeology. Caves teach us history, motivate us to learn about them, and inspire us to think about their future.”

Related links

https://divemagazine.com/scuba-diving-news/divers-discover-an-8000-year-old-skeleton-in-mexican-cenote

https://divemagazine.com/scuba-diving-news/divers-fear-tren-maya-train-could-destroy-cenotes

https://divemagazine.com/print-issues/tren-maya-destroying-yucatan-cenotes

Land of Cenotes

Suggested citation for this article:

Monroy-Ríos E (2019) Along the Routes of the “Tren Maya.” Karst Geochemistry and Hydrogeology – Personal Blog. Published on August 4, 2019. Accessed on: [dd/mm/yy]. https://sites.northwestern.edu/monroyrios/2025/05/09/along-the-routes-of-the-tren-maya/

References

Kambesis P & Coke JG (2016) The Sac Actun System, Quintana Roo, Mexico. Boletín Geológico y Minero127(1):177-192.

Lebedeva EV, Mikhalev DV, & Nekrasova LA (2017) Evolutionary stages of the karst-anthropogenic system of the Yucatán Peninsula. Geography and Natural Resources38(3):303-311. doi: 10.1134/S187537281703012X

QRSS (2018) List of Long Underwater Caves in Quintana Roo Mexico. Quintana Roo Speleological Survey. National Speleological Society (NSS). Consultada el 12 de julio de 2019.

Stinnesbeck W, Becker J, Hering F, Frey E, González AG, Fohlmeister J, et al. (2017) The earliest settlers of Mesoamerica date back to the late Pleistocene. PLoS ONE12(8): e0183345. doi: 10.1371/journal.pone.0183345

Veni, G. (1990) Maya Utilization of Karst Groundwater Resources. Environmental Geology and Water Sciences16(1):63-66. doi: 10.1007/BF01702224


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Por las Rutas del “Tren Maya”

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Uno de los rasgos distintivos del norte de la Península de Yucatán es su topografía relativamente plana, sin valles ni montañas y con altitudes que apenas rebasan los 30 metros. El terreno se compone principalmente de roca caliza, o sascab (tierra blanca), la cual contiene carbonatos de calcio y magnesio que son ligeramente solubles en agua.

En este tipo de suelos, es común que sucedan procesos de disolución de la roca caliza, creando huecos y conductos que van creciendo con el paso del tiempo hasta formar extensas galerías subterráneas e intrincados sistemas de cuevas. A este proceso le llamamos carstificación, o karstificación, ya que el nombre viene de una localidad que ha servido como ejemplo para describir sus característicos paisajes: el karst o carso, en Eslovenia. Por esta razón, solemos escuchar que el tipo de suelo en la península es “kárstico” o “cárstico”, que es más propiamente un tipo de suelo en el que ha sucedido el proceso de carstificación. En realidad, este proceso sigue sucediendo en nuestros días.

La exploración sistemática de las cuevas subacuáticas de Quintana Roo comenzó en Tulum a mediados de la década de 1980. Diferentes equipos de buzos comenzaron a explorar los cenotes de la región y encontraron extensos pasajes que crecían a medida que unían sus registros.

Cuevas subacuáticas de Quintana Roo
En el área de Tulum, han sido explorados poco más de 630 kilómetros de cuevas subacuáticas,  mapeados en casi 35 años de exploración. En Quintana Roo existen unos 1,800 kilómetros de cuevas conocidas y faltan muchas por explorar (QRSS, 2019). El proyecto del Tren Maya debe garantizar su preservación. Considerar que la imagen presentada contiene datos del Atlas Nacional de Riesgos (CENAPRED/SEGOB) en donde las cuevas están desplazadas y distorsionadas al comparar con mapas originales de exploración.

La cueva subacuática más larga del planeta Tierra se encuentra bajo el municipio de Tulum en Quintana Roo, México. Se extiende por más 360 kilómetros a una profundidad media de 21 metros y una máxima de 120 metros en una oquedad profunda llamada “El Pit”. El Sistema Sac Aktun, que significa “cueva blanca”, descarga el agua de lluvia  infiltrada a través de la roca hacia el Mar Caribe en ojos de agua y en caletas como Xel Ha y Yalkú. Cuando desciende el nivel del mar, las cuevas antes llenas de agua se llenan de aire, perdiendo soporte y provocando el colapso y derrumbe del techo en diferentes secciones, creando puntos de acceso a la cueva. El Sistema Sac Aktun cuenta con más de 220 cenotes.

¿Cómo se formaron cuevas y cenotes? Espeleogénesis

Buzos exploran el sistema de cuevas subacuáticas Sac Aktun, debajo del área de Tulum. Foto: Proyecto Gran Acuifero Maya.

Hallazgos antropológicos

El extenso sistema de cuevas bajo la península de Yucatán ha resultado ser un guardián de tesoros antropológicos y paleontológicos invaluables para aprender de la historia. Restos de animales pleistocénicos y humanos que datan de un tiempo muy anterior a la ocupación por la civilización Maya han sido encontrados en sus pasajes y galerías subacuáticas. Bajo el agua, estas cuevas proveen un ambiente único para la preservación de restos humanos y animales.

La mujer de Las Palmas crea nuevos interrogantes sobre cómo y cuándo llegaron nuestros antepasados a este continente.

En 2006 fue encontrado el esqueleto casi completo (90%) de la “Mujer de Las Palmas” en otra cueva subacuática a 4.5 km de Tulum, que corresponde a una mujer entre 45-50 años de edad y 1.52 metros de estatura. Los hallazgos son piezas clave para entender el poblamiento del nuestro continente.

Unos años antes, en 2004 fueron encontrados los restos de la “Mujer de Naharon” de entre 20-25 años de edad, a 23 metros de profundidad y a 370 metros de distancia a la entrada más cercana, en el Sistema Naranjal. Sus restos fueron fechados en 13,600 años de antigüedad, aunque el dato se encuentra en disputa y actualmente se realizan otros fechamientos.

El sitio arqueológico de Chan Hol II antes de ser vandalizado. El esqueleto estaba originalmente completo y casi articulado. Fotografía de Nick Poole y Thomas Spamberg (Stinnesbeck et al., 2017).

El  “Joven de Chan Hol” fue hallado en el cenote Chan Hol del Sistema Toh Ha de 32 km de longitud. El cuerpo fue colocado (posiblemente) en una ceremonia funeraria realizada al final del Pleistoceno, cuando el nivel del mar estaba 120m debajo y antes de que se inundaran las cavernas que el joven conoció y recorrió. Análisis de isótopos en un espeleotema asociado al hueso sugiere ~13,000 años de antigüedad. En febrero de 2012 diversos medios reportaron los hallazgos y unos días después, la cueva fue vandalizada y muchos huesos fueron robados entre el 16-23 de marzo por personas aún no identificadas. Por esta razón, muchas ubicaciones se mantienen en secreto.

La historia de Naia

En marzo del 2008, en la sección Aktun Hu de Sistema Sac Aktun, en un lugar llamado “Hoyo negro” fueron encontrados a 42 metros de profundidad los restos de una mujer de entre 15-17 años de edad –de nombre Naia– con una antigüedad estimada entre 12,000 y 13,000 años.

Álvarez es uno de los buzos originales que descubrió Hoyo Negro, una cueva subacuática la península de Yucatán lleno de antiguos huesos humanos y animales. Años más tarde, regresó a Hoyo Negro como parte de la expedición para recuperar e investigar a Naia, uno de los esqueletos más antiguos y mejor conservados jamás descubiertos en las Américas.

Los buzos exploradores la encontraron en su tumba bajo el agua, junto a ella yacían restos de otros animales que fueron identificados como dientes de sable, gonfoterio (relacionado con el elefante moderno), tapir gigante, jabalí, oso, puma, gato montés, coyote, coatí y murciélago.

En años posteriores al hallazgo, buzos descuidados manipularon los restos y para evitar una mayor intromisión, los huesos se sacaron de la cueva entre 2014 y 2016, lo que permitió más estudios científicos. El análisis del ADN mitocondrial de Naia ha indicado un vínculo genético entre paleoamericanos y modernos nativos americanos.

Izq: La reconstrucción facial de Naia revela que los primeros humanos en pisar el continente no se parecían mucho a los nativos americanos, aunque la evidencia genética confirma su ancestro común. Der: La cueva estaba predominantemente seca durante la corta vida de Naia, ella pudo haber caído mientras exploraba sus oscuros pasajes. Recreación:  J Chatters / Paleociencia aplicada: T McClelland / Fotografía: T Archibald / Arte (der): J Foster (National Geographic, 2015).

La datación por carbono 14 del esmalte de sus dientes arrojó una edad máxima para Naia de unos 12,900 años. Acumulaciones de carbonato de calcio que crecieron sobre los huesos de Naia han sido datados en 12,000 años por el método de uranio-torio (U/Th).


El sistema cárstico-antropogénico

Las cuevas y cenotes de la península de Yucatán fueron utilizadas como alojamiento y para otras actividades desde hace mucho tiempo. De acuerdo con su uso, podrían subdividirse en santuarios, cuartos de servicio y lugares donde se extraía agua y sascab.

Cenote Xtacumbilxunan, en Bolonchén (‘nueve pozos de agua’) Campeche. Este pueblo escapó a la epidemia de cólera de 1833. La única fuente de agua dulce fluye en las profundidades debajo de gruesas capas de roca caliza. Litografía por H Warren. Imagen publicada en “Views of Ancient Monuments in Central America, Chiapas and Yucatan” – Frederick Catherwood (1844).
Las cuevas con iluminación natural se emplearon como salas de trabajo: cerámica, piedras de molino y otros artículos de piedra se han encontrado en ellas. El tercer grupo de cuevas servía para recoger arcilla o sascab, para ser utilizada en la fabricación de cerámica o como estuco para el acabado de las paredes de las casas. Es evidente que las cavidades subterráneas fueron modificadas o reconstruidas parcialmente durante su utilización por las manos de sus habitantes.
Huellas de manos en una cueva en Yucatán (Sergio Grosjean).

En la década de 1980, la Península de Yucatán, sobre todo la costa oriental del estado de Quintana Roo, la llamada “Riviera Maya“, experimentó el inicio del auge del desarrollo turístico y una gran transformación del sistema cárstico con un fuerte componente antropogénico.

Los sistemas de cuevas y cenotes están sujetas a destrucción mecánica por explosivos o maquinaria, como sucede en muchos sitios habilitados para rafting en cuevas freáticas (conocidas coloquialmente como “ríos subterráneos”), lo que aumenta el impacto de contaminantes infiltrados hacia capas cada vez más profundas.

En la actualidad, el impacto en el paisaje cárstico de la península de Yucatán es considerable, asociado también a turismo y visitas intensivas a zonas arqueológicas, cuevas y cenotes.

Punta Cancún, donde corre una porción de la zona hotelera de Cancún.

El Tren Maya, en caso de concretarse, deberá sortear de forma segura los retos técnicos de pasar sobre las cuevas subacuáticas más grandes del planeta, como los sistemas Sac Aktun y Ox Bel Ha. Como éstos, existen decenas de sistemas a lo largo de la costa oriental del estado de Quintana Roo.

El listado más completo y sus mapas asociados, que existe de los sistemas subterráneos de Quintana Roo, es el que publica Quintana Roo Speleological Survey” (QRSS).

Fuente: QRSS. Actualizado 18/julio/2019.

Sistema hidrogeológico

El Sistema Sac Aktun es solamente una de tantas cuevas que descargan el agua dulce de la lluvia infiltrada bajo el suelo hacia el Mar Caribe, actúan como drenajes naturales. Los colapsos ocurridos en diferentes zonas del techo han formado más de 220 cenotes, utilizados con fines comerciales y recreativos alrededor del área de Tulum.

Sistema Sac Aktun. Fotografía: Archivo Gran Acuífero Maya (GAM)/INAH.

El área que contiene a Sac Aktun tiene una densidad de cuevas de 2.9 km/km². En el área de Ox Bel Ha, la densidad de cuevas alcanza 5.2 km/km². Estos sistemas de cuevas mantienen el balance hidrológico de la zona descargando el agua infiltrada de la lluvia hacia el Mar Caribe.


Hoy en día, el término “cenote” se emplea para designar cualquier espacio subterráneo con agua y que contenga una ventana hacia el exterior. Los cenotes se forman cuando delgadas secciones del techo sufren derrumbes, colapsan sobre las cavidades a lo largo de la cueva, creando nuevas entradas al mundo subterráneo.

En el cenote Samulá en Valladolid, Yucatán, se puede observar perfectamente en el suelo la pila de rocas que colapsaron del techo. También se observan estalactitas recientes y raíces bajando desde la superficie en busca de agua.

Cenote Samulá. Fotografía: @Caminomascorto.

Por ejemplo, en el cenote Suytun también cerca de Valladolid, aprovecharon las rocas del colapso para construir una plataforma para los visitantes.

Cenote Suytun. Imagen: Fun&Travel

Las secciones del techo que colapsan pueden ser pequeñas o muy grandes, conduciendo bajo la tierra hacia amplias galerías o estrechos pasajes llenos de agua. Los cenotes también son entradas de luz y materia orgánica dentro del sistema hidrogeológico, interactuando con el agua subterránea.


Como vimos, los sistemas de cuevas subacuáticas descargan el agua infiltrada en la selva hacia el Mar Caribe. En algunas ocasiones, se desploman grandes secciones del techo de las cuevas cerca de la costa formando “caletas”, como las muy conocidas Xel Ha, Xcaret y Yalkú, con grandes flujos de agua subterránea hacia el océano.


También puede darse el caso de que las cuevas se extiendan más allá de la línea de costa y descargan el agua ‘dulce’ directamente por oquedades en el fondo somero del mar. Entonces les llamamos “ojos de agua” que son muy comunes, por ejemplo, en la laguna arrecifal de Puerto Morelos y en el área de Tulum.

Distribución de descargas costeras y ojos de agua en el noreste de Quintana Roo. Los punto negros son ojos de agua y las líneas rojas son sistemas de cuevas (Kambesis, 2016 / Datos de cuevas: QRSS).
Ojo de agua en Puerto Morelos, Quintana Roo.

Entre Akumal y Playa del Carmen, han sido registrados 330 km de pasajes en más de 250 cuevas secas, algunas justo por encima del nivel actual del mar y que se encuentran en la zona epifreática que sufre inundaciones periódicas. siendo el más grande el Sistema Pool Tunich (Río Secreto) con 51.9 kilómetros de longitud. Dentro de esta área de 234 km², la densidad de cuevas es de 0.5 km/km².

Sistema Pool Tunich (Río Secreto). Peter Sprouse Teams, 2018.

Otros sistemas de cuevas secas son Sistema Sac Muul y Sistema Alux, el cual se extiende por debajo de la carretera federal #307 a la altura de Puerto Aventuras.

Sistema Alux Sur. Puerto Aventuras, Quintana Roo (Alux Survey Team, 2008).
Posición relativa de la cueva Alux con la carretera federal #307. Sistema Alux Sur. Puerto Aventuras, Quintana Roo (Alux Survey Team, 2008).

Riesgos en el karst

En algunos lugares el espesor del techo es menor a 1.5 metros. Dentro de la cueva es posible escuchar a los automóviles pasando por encima en la carretera. Así como el Sistema Alux, existen un gran número de cavidades a lo largo de la carretera #307 ya que coincide con la cresta de playa, el borde con mayor elevación.

Los colapsos suceden de forma natural y no avisan; son difícilmente predecibles. Puede aumentar su frecuencia si no existen controles que garanticen la seguridad de las construcciones. Podemos minimizar los riesgos asociados tomando en cuenta las características de la zona.


La alta densidad de cuevas y cenotes dentro del área conurbada de Tulum es una amenaza directa a la construcción de desarrollos masivos turísticos y de vivienda debido a que en muchas secciones el techo de la cueva es muy delgado. La protección del Sistema Sac Aktun – y de otros tantos igual de importantes en la región – del impacto humano involucra y requiere serias regulaciones en el tratamiento de aguas residuales en la Riviera Maya y regulación en las construcciones, además de una continua investigación y monitoreo hidrogeológico del acuífero cárstico de la región. Debe, sin duda,  incluirse en las políticas de desarrollo regionales y tomarse en consideración para futuros proyectos turísticos y de transporte.

Para lograr un aprovechamiento sostenible de estos sistemas, es necesario un entendimiento integral de los cenotes, las cuevas, el movimiento del agua subterránea y su interacción con las rocas que forman el acuífero, la influencia del océano y sus mareas (es decir, el estudio del sistema hidrogeológico completo de la península); también es necesario evaluar el impacto de las zonas urbanas y las posibles causas de contaminación de la única fuente de agua con la que contamos, que es precisamente el agua subterránea. Esta búsqueda debe darse por convergencia entre las ciencias ambientales, ciencias del agua, ciencias de la tierra, ciencias biológicas, el estudio y conservación de la red subterránea de conductos, conocimiento acumulado en las comunidades, explotación eficiente de recursos y, por supuesto, la exploración y aprovechamiento sostenible mediante buceo de cuevas.

Es necesario realizar sondeos directos e indirectos y levantamientos topográficos específicos para conocer la ubicación, no solamente de los extensos sistemas de cuevas, sino de cavidades puntuales y dispersas, muy abundantes en toda la región kárstica, para cualquier proyecto de infraestructura de gran envergadura.


“Adentrarse en una cueva es una experiencia inolvidable. Las cuevas nos hablan de geología, bioquímica, paleontología y arqueología. Las cuevas nos enseñan historia, nos motivan a conocerlas y a pensar en su futuro.”

Tierra de cenotes

Manera sugerida de citar este artículo:

Monroy-Ríos E (2019) Por las Rutas del “Tren Maya”. Karst Geochemistry and Hydrogeology – Blog personal. Publicado el 4 de agosto, 2019. Fecha de consulta: [dd/mm/aa]. https://sites.northwestern.edu/monroyrios/2019/08/04/rutas-01


Referencias

Kambesis P & Coke JG (2016) The Sac Actun System, Quintana Roo, Mexico. Boletín Geológico y Minero 127 (1): 177 – 192. url:
https://web.igme.es/Boletin/2016/127_1/BG_127-1_Art-12.pdf

Lebedeva EV, Mikhalev DV, & Nekrasova LA (2017) Evolutionary stages of the karst-anthropogenic system of the Yucatán Peninsula. Geography and Natural Resources 38 (3): 303 – 311. doi: https://doi.org/10.1134/S187537281703012X

QRSS (2018) List of Long Underwater Caves in Quintana Roo Mexico. Quintana Roo Speleological Survey. National Speleological Society (NSS). Consultada el 12 de julio de 2019.

Stinnesbeck W, Becker J, Hering F, Frey E, González AG, Fohlmeister J, et al. (2017) The earliest settlers of Mesoamerica date back to the late Pleistocene. PLoS ONE 12 (8): e0183345. doi: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0183345

Veni, G. (1990) Maya Utilization of Karst Groundwater Resources. Environmental Geology and Water Sciences 16 (1): 63 – 66. doi: https://doi.org/10.1007/BF01702224

Conferencia

Diálogo con Ingenieros – Colegio de Ingenieros Civiles de México A.C.

POR LAS RUTAS DEL TREN MAYA: ALGUNOS RETOS TÉCNICOS. DR. EMILIANO MONROY-RÍOS. CICM.

Cronología del estudio del Cambio Climático

Imagen portada: Getty

Brevísima historia del estudio sistemático del Cambio Climático (CC). Hoy en día se hace urgente que todas las personas estemos informadas tanto en sus causas como en sus consecuencias. Es indudable que ya alcanzamos a ver sus efectos más inmediatos. El contexto histórico es importante, puede deducirse por las fechas. La selección es arbitraria, dispuesto a corregir, añadir datos y proporcionar referencias.

1800

Concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera = 292 ppm, temperatura media global = 13.7 ˚C.

1824

Joseph Fourier calculó que la Tierra sería más fría si careciera de atmósfera.

1856

Eunice Foot, destacada investigadora pionera del efecto invernadero y firmante de la Declaración de Seneca Falls, descubrió la absorción de calor por dióxido de carbono y vapor de agua.

1859

John Tyndall refinó los experimentos con ciertos gases, separando radiación visible e infrarroja, y propuso que cambios en concentración de gases en la atmósfera produce “calentamiento global“.

1896

Svante Arrhenius publicó primeros cálculos de calentamiento global por CO2 antropogénico (efectos, procesos o materiales que son el resultado de actividades humanas).

1897

Thomas Chamberlin crea un modelo para el intercambio global de carbono.

1914-1918

Primera Guerra Mundial.

1930

Milankovitch propone que cambios orbitales son causantes de las glaciaciones.

1938

Guy Stewart Callendar revive interés en CO2 como gas invernadero.

1939-1945

Segunda Guerra Mundial, cuya estrategia militar consistió principalmente en controlar territorio con campos petroleros.

1949

Joanne Simpson se convierte en la primera mujer en obtener un doctorado (PhD, Universidad de Chicago) en meteorología, con una carrera académica de amplias contribuciones a la meteorología tropical.

1955

Norman A. Phillips crea el primer modelo computacional global de la atmósfera

1957

Roger Revelle encuentra que CO2 antropogénico no será fácilmente absorbido por el océano

1960

Keeling mide de manera precisa CO2 en atmósfera y detecta incrementos anuales; CO2 atmosférico = 315 ppm, temperatura media global = 13.9 ˚C.

1966

Cesare Emiliani sugiere que el sistema climático es sensible a pequeños cambios orbitales.

1968

Primeros estudios que sugieren colapso de casquete polar en la Antártica.

1969

Llegada a la Luna y apreciación de fragilidad de la Tierra. Primeras mediciones satelitales de la atmósfera (Nimbus 3).

1970

Primer “Día de la Tierra”, el 22 de abril. Se reconoce que aerosoles enfrían al planeta.

1971

Primer registro de cambio climático en Marte.

1972

Grandes sequías en África, Ucrania e India causan crisis global de alimentos, se empieza a tomar en serio el CC fuera de la academia.

1974

Bette Otto-Bliesner (NCAR) desarrolla modelos computacionales climáticos de gran escala temporal (autora líder en reportes IPCC4/5).

1975-1976

Se identifica a los clorofluorocarbonos (CFC’s), al ozono y al metano como gases invernadero.

1977

Se logra consenso científico sobre cambio climático.

1981

Administración de Ronald Reagan bloquea estudios en CC; primeras advertencias que efectos del CC serían palpables para año 2000.

1985

Estudios en núcleos de hielo sugieren que cambios en temperatura y CO2 están relacionados.

1986

El colapso en la central de Chernóbil frustra planes de reemplazar combustibles fósiles por energía nuclear.

1987

Susan Solomon (MIT) lidera expediciones a Antártica que serían base para Protocolo Montreal sobre la importancia y protección a la capa de ozono.

1988

Se establece el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).

1989

‘Lobbying’ de industria petrolera (EEUU) minimiza efectos del uso de combustibles fósiles.

1990

Carolina Vera (Arg. CIMA/IPCC) publica 1os estudios sobre efectos de CC en Sudamérica.

1991

Primeras evidencias de liberación de metano del lecho marino.

1992

Conferencia Río de Janeiro, EEUU bloquea llamado a acciones serias.

1995

IPCC confirma causa antropogénica del cambio climático.

1997

Cecilia Conde (UNAM) publica primeros resultados de efectos del CC en la agricultura mexicana. Protocolo de Kyoto. Toyota introduce el Prius en Japón, primer automóvil híbrido.

1998

Evento “Súper Niño”.

2000

‘Lobby’ petrolero convence a gobierno de EEUU de negar el problema.

2001

Cambio de paradigma: CC puede ser más abrupto de lo que se pensaba.

2003

Ola de calor en Europa hace que políticas ambientales europeas se despeguen de las de EEUU.

2004

Primeros bestsellers, películas y obras artísticas sobre CC.

2005

Huracán Katrina alerta a más personas en EEUU sobre CC.

2006

Controversia del “palo de hockey”; se concluye que a partir de 1980 el calentamiento global se ha acelerado y obedece a causas no solares.

2007

Susan Solomon (NOAA) preside grupo de trabajo #1 en IPCC; Isabelle Niang (Dakar) publica estudio sobre efectos de CC en sistemas de cultivo en África.

2008

Se reconoce en la academia que aunque se detuvieran por completo las emisiones de gases invernadero el CC continuará por siglos.

2009

Escándalo por correos filtrados y fuera de contexto hacen crecer escepticismo por CC. La Conferencia Copenhague falla catastróficamente.

2010

Patricia Romero (UAM/NCAR) publica estudios sobre efectos de CC en áreas urbanas y rurales.

2011

Reacciones impulsivas al accidente en Fukushima (Japón) dilapidan esperanzas de renacimiento de energía nuclear. Se reconoce por primera la importancia de humedales (manglares y otros ecosistemas costeros) como principales reservorios de carbono, llamado “carbono azul“, detonando investigaciones en el área.

2014

Quinta Evaluación sobre Cambio Climático del IPCC.

2015

Acuerdo de París, que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del cambio climático. Investigaciones sugieren que colapso de casquete Antártico es irreversible; CO2 atmosférico = 401 ppm (la más alta en 1 millón de años); temperatura media global = 14.8 ˚C (la más alta en 1,000 años).

2016

Electricidad solar y eólica se vuelven económicamente competitivas en algunas regiones

2017

Nuevos estudios sugieren que emisiones antropogénicas provocarán grandes impactos en temperatura y estados del tiempo extremos; éstos suceden a un ritmo más acelerado que lo previsto por IPCC en 2014. La administración Trump (EEUU) abandona el Acuerdo de París.

2018

El mes de julio es el tercero más cálido en la historia moderna con anomalía de +0.78 ˚C, comparado al promedio (1951-1980). El mes pasado va únicamente por detrás de julio 2016 (+0.82 ˚C) y julio2017 (+0.81 ˚C). Los últimos tres meses de julio son los más cálidos desde 1880. Se publica en octubre el reporte especial del IPCC sobre los impactos del calentamiento de 1.5°C por encima de los niveles preindustriales y las rutas de emisiones de gases de efecto invernadero.

2019

Se espera el primer reporte del recién creado grupo (Task force 5) sobre diversidad de género en ciencias climáticas y dentro del mismo IPCC (Gay-Antaki & Liverman, 2018).

El Cambio Climático es real. Es urgente y necesario ajustar políticas y comportamientos para mitigar sus efectos.

***


Animación del cambio en temperatura global mensual desde 1850 hasta 2017. Fuente: @ed_hawkins.


Las bases del Cambio Climático


Química líquida: El agua en el planeta Tierra

El agua en las profundidades de la Tierra

¿Cómo se formaron cuevas y cenotes? Espeleogénesis


 

Water into the depths of the Earth

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Ringwoodite blue crystal ~ 150 micrometers wide. Microphotograph taken at the University of Hawaii of a specimen grown in Bayreuth, Germany. Author: Joseph Smyth . Header image: The blue ringwoodite material. Steve Jacobsen, 2014.

Ringwoodite is the most common mineral phase in the lower transition zone of the Earth’s mantle, at depths of 525 to 660 km. This ringwoodite crystal contains about 1% water. If the whole ringwoodite of the mantle contains this amount of water, it is estimated that there is almost three times as much water in the mantle as in all the oceans combined!

Cross section of the planet Earth ( Pearson et al, 2014 ). Credit image: Kathy Mather.

At closer look into the cross section of the planet Earth we can identify the transition zone that separates the upper mantle from the lower mantle. Right there, diamonds are formed and together with the included ringwoodite -which in turn traps the water molecules- both minerals continue their journey to the surface through volcanic activity.

The first discovery on Earth of ringwoodite inside a diamond was made by an international team led by the University of Alberta and could indicate the presence of large amounts of water between 410 and 660 km below the Earth’s surface.

Credit: University of Alberta. Source: phys.org.

The diamond found in Brazil originated approximately 550 km below the earth’s surface, where large masses of water can accumulate by subduction and by the advance and recycling of the ocean floor towards the transition zone. The results of these investigations were published in 2014 by Pearson et al. (2014) in the journal Nature.

Schematic model of subduction of oceanic crust altered by seawater and the infiltration of brines into the base of the deep continental root beneath NWT, Canada, to make fluid-rich diamonds.

“What we appear to be finding more and more is that the standard model that used to be around—diamonds are only formed in very ancient times, 3.5 billion years ago, by a very specific process—is not true,” says Pearson. “There are more processes that form diamonds at a whole range of different times than we thought possible.”

Earth Section

Cross section of the Earth’s interior.

Simultaneously, the study by Steve Jacobsen and Brandon Schmandt used seismic waves to find magma generated at the base of the transition zone, around 600 km deep. Dehydration melting at those conditions, observed in the study’s high-pressure experiments, also suggests the transition zone may contain oceans worth of H2O dissolved in high-pressure rock. The findings alter previous assumptions about the Earth’s composition.

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Water on Planet Earth: Aquatic biogeochemistry

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The part of the hydrology called oceanography (division is arbitrary) studies the ocean and other water bodies from the aquatic point of view. It is closely related to at least four basic areas: physics, chemistry, biology and geology, as well as limnology, meteorology and glaciology, which confers a unique multidisciplinary flavor.

Spheres. Modified from: Brian J. Skinner and Barbara W. Murck, 2011. The Blue Planet: An Introduction to Earth System Science. 3rd Edition. John Wiley & Sons.

However, in our planet the ocean and aquatic systems are integrated into one, constantly interacting and exchanging materials with other spheres. Depending on  the type of processes that we want to understand, it also does change the way of studying them. Although the analytical approach, to separate the parts of reality to study it is very useful, for the deep understanding of it is necessary to perform the synthesis, that is, the reintegration of information.

In contrast, the term “aquatic biogeochemistry” refers to the physical, biological and geological aspects that are inevitably associated with chemical processes in the bodies of water on Earth. It emphasizes the biogeochemical cycles of the elements, that is, their exchange between spheres and their physical and chemical transformations along the way. In addition, it encompasses all types of aquatic systems other than the ocean that exist in our planet such as rivers, lakes, reservoirs, ponds, estuaries, fjords, cenotes, coastal lagoons, coral reefs, mangrove swamps, wetlands, and underground deposits.

A molecule of water at the bottom of Lake Chapala may eventually fall as rain on the Tuxtlas in Veracruz. It may be carried by the Papaloapan River to the Gulf of Mexico, where it will later drain into the Atlantic Ocean through the Labrador current and probably continue its way to the north, near Iceland where, after evaporating and precipitating in the form of snow, it becomes part of a glacier for thousands of years. Other molecules, are dragged to great depths under the terrestrial crust, where they are mixed with the magma and come back in the form of vapor or within mineral inclusions in diamonds after a volcanic eruption. One of those molecules can be carried by the wind, to once again precipitate – after millions of years – in the lake of Chapala (if it’s that still exists of course, although it would surely have moved a few kilometers away).

Water on Earth

One of the central questions of hydrology is: What is the origin of water on Earth? Where did it come from? All the water currently present on the surface of the Earth comes from its interior (although there is discussion in this, since it was formerly thought that it came from comets that have collided with our planet and a minimum amount could have come from this source indeed), which has been progressively liberating since Earth’s formation about 4,600 million years ago. Although this process is still ongoing, it is estimated that the water that formed the current oceans and atmosphere had already surfaced from the interior about 2,500 million years ago, and that the current degassing rate is much lower.

A drop in the Ocean

Viewed from outer space, Earth has been called the Blue Planet. But if you could pull all the water in the ocean, the atmosphere, groundwater and surface water into a ball, it would measure only about 950 miles (1,500 kilometers) in diameter (the large sphere). Only about 3 percent of the world’s water is fresh (the mid-sized sphere); and of that, only one-third is easily accessible to humans (the small sphere).

Illustration by Jack Cook, Woods Hole Oceanographic Institution.

Watch a video illustrating this surprising scarcity, explore the water cycle, and read more here.

The difference with other planets, in terms of water content, would be because they could not retain it on its surface and the water escaped to the space. More recently, with the discovery of a diamond formed 600 km deep in the transition zone of the Earth’s mantle, which contains an inclusion of the mineral ringwoodite and several water molecules (this mineral can contain between 1-3% water by weight) strengthened the hypothesis that water from lakes, rivers and oceans came from the interior of the planet. If the entire ringwoodite of the mantle contains this amount of water, it is estimated that there is almost three times as much deep water in the mantle as in all the oceans combined. This also implies that the hydrological cycle penetrates hundreds of kilometers below the surface of the Earth, with residence times in depth on a scale of millions of years.

Credit: University of Alberta. Source: phys.org

 

The first Earth discovery of ringwoodite was made by an international team led by the University of Alberta and could indicate the presence of large amounts of water between 400 and 700 km below the Earth’s surface.

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Speleogenesis: How were caves and cenotes formed?

Cover photography by Jill Heinerth

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One of the distinctive features of the northern Yucatán Peninsula is its almost flat topography, lacking valleys or mountains, and altitudes that barely exceeds 30 meters. The soil type consists mainly of limestone, or saskab (Maya word for “white soil”), which contains calcium and magnesium carbonates that are slightly soluble in water.

Millions of years ago the Peninsula was very different from how we know it today, as it has undergone radical modifications due to climate and sea level changes on the planet. An example of these changes was during the Last Glacial Maximum at the peak of the Ice Age – about 22,000 years ago – when the sea level was 120 meters below its current level, and many of the cenotes in which we can snorkel and dive today were dry. Since then, the level of the sea has been progressively increasing more or less gradually and many caves were flooded.

The portion that we inhabit today above sea level of the Yucatan Peninsula, is only the exposed part of the carbonate platform that was steadily growing from the seabed by accumulation of millions of skeletons of different marine organisms that use calcium carbonate to form their bones, shells, spicules and other parts of the body. Upon dying, they deposit on the bottom surface to compact and harden together with fine clays over millions of years. It is important to recognize that the growth of the platform happens through the deposition of biogenic carbonate, sourcing from living organisms, and moreover, that it involves a process that necessarily happens underwater across the submerged areas.

Peninsula_APSA

Figure 1. The Yucatan Peninsula is the portion that we observe above sea level of the Yucatan Platform, which has a much larger area. In the Riviera Maya on the eastern coast of Quintana Roo, the change in depth is very abrupt compared to northern Yucatan and the Campeche Sound towards the Gulf of Mexico, where the shallow platform extends for several kilometers. Bathymetry: Secretaría General de Oceanografía, Secretaría de Marina, Mexico (YUCATAN ’85). SRTM model of elevation: NASA (2000).

Sea level has changed position several times during different glacial periods; therefore, the growing Peninsula has not really “emerged from the sea” but has been exposed and submerged by the ocean on several occasions. However, it is recognized that every time a glacial cycle begins, the Peninsula effectively “emerges”, since the water of the oceans accumulates in the form of ice at the poles of the planet and the sea level drops, exposing a greater surface and increasing the coastline extent.

Figure 2. Changes in sea level during the last 800,000 years. The present is on the right. LFI (Last Full Interglacial); LGM (Last Glacial Maximum). Data from Siddall et al. (2003).

Currently, the term cenote is used to designate any underground space filled with water that contains an opening to the outside. The Maya people, who not only had knowledge of these manifestations of the land but used them daily as a source of water and farming, called them ts’ono’ot or d’zonot, which means “water deposit”. The freshwater supply in the Yucatan Peninsula has been and continues to be a serious problem for its inhabitants. Although more or less abundant rains fall during four months, the period of drought is usually severe and can last up to six months in some years. On the other hand, the calcareous geological origin causes that water is hardly conserved on the surface. For this reason, cenotes and cave systems constitute a primordial source of water for the region.

Figure 3. Cenote Xtacumbilxunan, in Bolonchén (‘nine wells of water’) Campeche. This town escaped the cholera epidemic of 1833. The only source of fresh water flows in the depths beneath thick layers of limestone. Lithograph by H Warren. Image published in “Views of Ancient Monuments in Central America, Chiapas and Yucatan” – Frederick Catherwood (1844).

In the present, although certain practices of veneration subsist, it is clear that it’s meaning is far from what it was for the ancient Maya. Nowadays, its value is mainly associated with tourism. It is known that Quintana Roo has several of the largest cave systems in the world. Recent explorations carried out by divers’ teams have uncovered hundreds of kilometers of underground conduits (it was recently announced a connection between two of the most extensive flooded cave systems on Earth —Sac Actun and Dos Ojos— now forming the world’s largest known flooded cave, with a length of 353 km, moving Ox Bel Ha to the second place).

Cuevas subacuáticas de Quintana RooFigure 4. Tulum metropolitan area is located between two extensive systems of underwater caves called Sac Aktun and Ox Bel Ha. Data: NASA/SRTM, INEGI, QRSS (2020)

Moreover, there is also a large number of dry caves of considerable length. We cannot ignore their existence if we want to coexist with them.

Figure 5. Light opening. Quintana Roo / Personal archive. EMR, 2011.

Sneaking into a cave is an unforgettable experience. The caves tell us about geology, biochemistry, paleontology, archeology, and history. Caves motivate us to know them and to think about their future.

How were cenotes formed?

Speleogenesis is the word used in speleology and geology to describe the mechanism of formation of all kinds of caverns and caves. One of the most accepted hypotheses about the origin of caves, cavities, sinkholes, depressions and cenotes, proposes a sequence of steps in a process called karstification, which consists of the combination of at least three mechanisms: dissolution, collapse and recrystallization of the limestone.

1) In the first step, the rock is dissolved by rainwater acidified by absorption of the carbon dioxide (CO2) both from the air, as well as from the decomposition of organic matter in the soil (leaves, branches, dead animals, bacteria). When mixed with salt water increases its corrosive power. Where the deep salty and superficial layers of fresh water meet, called halocline, is where the greatest dissolution of limestone happens, forming an extensive network of conducts, caves and caverns. Cave divers can see that generally just above the halocline the caves are generally wider, a sign that the dissolution is greater at that depth and that is a continuous developing process,  still happening.

Read a more detailed description of these reactions

Acidified rainwater dissolves calcium carbonate from limestone more easily and forms calcium bicarbonate, a much more soluble compound. Another type of solution, but of biological origin, is that which occurs inside some deep cenotes where specialized bacteria decompose the organic matter producing hydrogen sulfide (H2S), a powerful corrosive gas, and when dissolved and concentrated on the surface of the halocline, it is observed in the form of a “smokey cloud” that is very toxic for oxygen-breathing organisms like us. Upon contact with the surface layer, which may contain little amounts of dissolved oxygen, hydrogen sulfide is transformed into sulfuric acid (H2SO4), also a strong and corrosive acid.Figure 6. Karstification mechanisms. Source: McColl et al. (2005). Geological Survey of Canada .

2) In the second mechanism, when the sea level has dropped during glacial periods, the hydraulic head of the aquifer, the freshwater lens, also drops leaving submerged caves now full of air where, lacking support, different sections of the roof can collapse forming a sinkhole or cenote. At the end of the glacial period, the poles thawed and sea level rose and many passages and caves were flooded again.

Figure 7. Changes in sea level at the end of the Pleistocene epoch, which began 2.5 million years ago setting up the modern glacial periods. When the sea level changes, the position of the halocline also changes and the cave systems begin to form and extend. Modified by González-González et al (2008) and Blanchon & Shaw (1995).

3) Finally, the third step associated with the process of karstification is responsible for the formation of stalactites, stalagmites, columns and other speleothems, by accumulation of dissolved material sourced by the first step. Degassing is also involved in the formation of speleothems: Water filters through the rocks and enters the cave environment, very different from that of the outside, and expulsion of CO2 from water causes calcium carbonate precipitation. In the case of flooded caves, this process no longer happens. The degree of karstification depends on factors that operate with different spatial and temporal scale, which allows a great variety of shapes and decorations in the cave systems.

Figure 8. Drop of water with dissolved calcium carbonate, suspended from the central channel of a stalactite. Quintana Roo / Personal archive. EMR, 2015.

Having these mechanisms in mind, we can say that the formation of some cenotes is generated through a sequence of events: first of all, a network of passages, conduits and cave system is formed by water carving its way out to the ocean dissolving the carbonate rock. This flooded cave can form a cavern-type cenote due to partial subsidence of the roof. This process advances from above, by infiltration of the rain and from below, by underground circulation. Then, the entire roof collapses forming a cylindrical cenote (although many cylindrical cenotes can have a bottom-top hypogenic origin, keep reading below); if sediments and debris interrupt the flow, a body of stagnant water called aguada, is formed. However, scientists prefer to classify caves, sinkholes and cenotes by their mechanisms of formation -their espeleogenesis- rather than by their present morphology.

The halocline stratifies the cenote: it functions as a physical barrier that isolates the layer of fresh water from the deep saline waters. In the coastal sinkholes, the deep marine layer is not always really stagnant, but can circulate driven by tides and storms through channels connected to the sea (a very clear case is the discharge from Cenote Manatí to the shore in Tankah). We also observe freshwater springs called “ojos de agua” discharging fresh water to the ocean and exchanging salt water along the reef lagoon in Puerto Morelos and on the shallow water beaches south of Tulum.

Figure 9. Diagram of the Yucatan Peninsula, where the groundwater is separated into two layers of different salinity and density: the shallow freshwater lens and the deep saline intrusion that filters through the rock. The mixing zone between the two layers is called halocline. SGD: Submarine Groundwater Discharge surfaces creating  freshwater springs at the adjacent coastal ocean. EMR, 2015.

The largest dissolution occurs in the halocline zone, the contact between fresh and salt water, which rises or falls depending on the sea level. For this reason there are different levels of horizontal caves (for example, in the “Dos Pisos” system). By changing the sea level, the halocline moves and begins to dissolve the rock at a different depth, thus beginning another “level” of passages.

Figure 9. Mechanism of formation of different levels of caves: initiates the development of the cave at the depth of the halocline; as the sea level rises, the caves develop higher up, near the beach dunes; When the sea level decreases, these caves remain dry and the lower ones are submerged. The hydraulic gradient decreases and the freshwater lens thins.

Cenotes are complex aquatic systems generated by the dissolution of carbonates and other minerals in the rock, so in geology they are also called dissolution lakes, although in reality some cenotes are more similar to rivers or estuaries rather than lakes, since they have connections to underground ramified streams that favor the circulation of water. These types of aquatic systems, where fresh and salt water coexist, are called anchialine.

The intermittent collapses along the different cave systems of the Peninsula create open windows towards the surface where we can enter and dive submerged conduits and passages. Generally the cenotes in the eastern part of Quintana Roo are formed by the collapse of cave systems formed over very long periods of time, when the depth of the halocline has remained for a long time more or less in the same position, extending horizontally. Popular cavern and cave diving destinations in the Riviera Maya such as Sistema Sac Aktun (recently connected to Sistema Dos Ojos), Sistema Ponderosa, and Sistema Ox Bel Ha belong to this category.

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Figure 10. Comparison of different types of cenotes with different formation mechanisms. Left: Pit-cenotes that predominate in the center of the Peninsula and along the Ring of Cenotes. In them, deep flowing water circulation is probably involved, favoring the dissolution of the rock from below advancing upwards. Right: Morphology of the most common cenotes found in the “Riviera Maya”, the eastern coast of Quintana Roo. These cenotes are the entrance to systems of shallower caves normally presenting wide galleries and branched passages. EMR, 2015.

Another type of cenotes, more common in the center of the Peninsula, like those located at the Ring of Cenotes, are the so called pit-cenotes (although there are some pit-cenotes in Quintana Roo, for example the Blue Abyss or The Pit, which exceed 120 meters deep) where its formation mechanism surely involves deep water circulation, growing from the bottom up, a process acting from below.

Datos: NASA/INEGI/SEDUMA

Figure 11. Some of the cenotes of the “Ring of Cenotes” in the northwest part of the Yucatan Peninsula. Chicxulub shows the approximate location of the center of the crater created by the impact of the meteorite 66 million years ago. EMR (2018).

To achieve a sustainable use of these systems, it would be ideally to acquire a comprehensive understanding of cenotes, caves, groundwater circulation and its interaction with the rocks that form the aquifer, and the influence of oceanic tides. It is also necessary to evaluate the impact of urban areas and the possible causes of pollution of the only source of fresh water in that area, which is precisely groundwater. Research efforts on study and conservation of the underground network of conduits must occur by convergence between environmental sciences, water sciences, earth sciences, biological sciences, joining forces with local communities, efficient exploitation of resources and, of course, exploration and sustainable use by cave diving.

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An award-winner picture from Nature’s The best science images of the year 2017 shows a cave diver penetrating the underground aquatic systems in the eastern coast of the Yucatan Peninsula. We can see dead trees resting quietly at the bottom.

ORANGE ABYSS: Heavy rains and run-off from surrounding forests give this underwater cavern — the Cenote Aktun Ha (Carwash) off Tulum on Mexico’s Caribbean coast — its eerie tannic glow.

Credit: Tom St George/Caters News


Suggested way to quote this article:

Monroy-Ríos E (2017) Speleogenesis: How were caves and cenotes formed?
Karst Geochemistry and Hydrogeology – Personal blog. Published on Dec 26, 2017. Accessed: [dd / mm / yy].
https://sites.northwestern.edu/monroyrios/2017/12/26/speleogenesis/


References

Blanchon P & J Shaw (1995) Reef Drowning during the Last Deglaciation: Evidence for Catastrophic Sea-Level Rise and Ice-Sheet Collapse. Geology 23: 4-8.

González-González AH, C Rojas-Sandoval, A Terrazas, M Benavente, W Stinnesbeck, J Aviles, M de los Ríos & E Acevez (2008) The Arrival of Humans on the Yucatan Peninsula: Evidence from Submerged Caves in the State of Quintana Roo, Mexico. Current Research in the Pleistocene. Special Report. 25: 1-24.

NASA (2000) Shuttle Radar Topography Mission. Colored elevation SRTM model of the Yucatan Peninsula.

QRSS (2016) Quintana Roo Speleological Survey. Actualizada el 19 Abril, 2016. Consultada el 15 mayo 2016.

Siddall M, J Chappell & EK Potter (2007) 7. Eustatic sea level during past interglacials. Developments in Quaternary Sciences 7: 75-92.

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Ring of Cenotes

Sistema Sac Aktun – longest underwater cave

El agua en las profundidades de la Tierra

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Cristal azul de Ringwoodita ~150 micrómetros de ancho. Microfotografía tomada en la Universidad de Hawaii de un ejemplar crecido en Bayreuth, Germany. Autor: Joseph Smyth. Imagen encabezado: El material azul ringwoodita. Steve Jacobsen, 2014.

La ringwoodita es un mineral fascinante que ha revolucionado nuestra comprensión del ciclo del agua en la Tierra. Como la fase mineral más común en la zona de transición del manto terrestre, entre 520 y 660 km de profundidad, este mineral no solo es un componente clave de la estructura interna del planeta, sino también un reservorio de agua atrapada en su estructura cristalina. Este descubrimiento, respaldado por investigaciones publicadas en 2014, sugiere la existencia de vastos volúmenes de agua en el interior de la Tierra, transformando nuestra visión de la composición del planeta y el ciclo hidrológico global.

La ringwoodita es la fase mineral más común en la zona de transición inferior del manto terrestre, a profundidades de 520 a 660 km. Este cristal de ringwoodita contiene cerca de 1% de agua. Si toda la ringwoodita del manto contiene esta cantidad de agua, se estima que en el manto hay casi tres veces la cantidad de agua que en todos los océanos juntos.

En la sección transversal del planeta Tierra, podemos identificar la zona de transición que separa el manto superior del inferior. Ahí mismo se forman los diamantes y junto con la ringwoodita —que atrapa a las moléculas de agua—, ambos minerales continúan su viaje hasta la superficie.

El primer descubrimiento en la Tierra de ringwoodita fue realizado por un equipo internacional encabezado por la Universidad de Alberta y podría indicar la presencia de grandes cantidades de agua entre 520 y 660 km de profundidad bajo la superficie terrestre.

Crédito: Universidad de Alberta. Fuente : phys.org.

El diamante encontrado  se originó a aproximadamente 520 km bajo la superficie terrestre, donde grandes masas de agua pueden acumularse por subducción de placas océanicas, con el avance y reciclamiento del suelo oceánico hacia la zona de transición del manto. Los resultados de estas investigaciones fueron publicados en 2014 por Pearson et al. (2014) en la revista Nature.

Características de la ringwoodita

La ringwoodita es una forma de alta presión del mineral olivino, con una composición química de silicato de magnesio y hierro (Mg₂SiO₄ o (Mg,Fe)₂SiO₄). Se forma en condiciones extremas de presión y temperatura en la zona de transición del manto, donde las placas tectónicas subducidas transportan materiales hacia el interior terrestre. Su estructura cristalina tipo espinela permite incorporar moléculas de agua (en forma de grupos hidroxilo, OH⁻) en defectos de su red, lo que la convierte en un mineral hidratado único. Estudios han demostrado que la ringwoodita puede contener entre 1% y 3% de su peso en agua, una cantidad significativa considerando su abundancia en el manto.

El descubrimiento de la ringwoodita terrestre

El primer indicio de la presencia de ringwoodita con agua en la Tierra provino de un descubrimiento fortuito liderado por un equipo internacional de la Universidad de Alberta en 2014. Los investigadores encontraron una inclusión de ringwoodita dentro de un diamante formado a unos 520 km de profundidad, traído a la superficie por procesos geológicos. Este diamante, originado en la zona de transición, contenía ringwoodita con aproximadamente 1.5% de agua en peso, confirmando que este mineral puede actuar como un reservorio de agua en el manto profundo. Los resultados, publicados en la revista Nature por Pearson et al. (2014), sugieren que grandes cantidades de agua podrían estar almacenadas entre 520 y 660 km bajo la superficie terrestre, posiblemente acumuladas por la subducción de placas oceánicas.

Implicaciones para el ciclo profundo del agua

El descubrimiento de la ringwoodita hidratada ha fortalecido la hipótesis de que el agua de los océanos, lagos y ríos de la Tierra tiene un origen parcialmente interno. A diferencia de otros planetas rocosos, donde el agua superficial pudo escapar al espacio, la Tierra ha retenido grandes cantidades de agua en su manto gracias a minerales como la ringwoodita. Se estima que, si toda la ringwoodita en la zona de transición contiene entre 1% y 3% de agua, el manto podría albergar entre tres y cinco veces el volumen de agua presente en todos los océanos superficiales combinados.

Este hallazgo implica que el ciclo hidrológico terrestre no se limita a la superficie y la atmósfera, sino que se extiende cientos de kilómetros bajo la corteza. El agua atrapada en la ringwoodita puede permanecer en el manto durante millones de años, participando en un ciclo profundo que involucra:

  1. Subducción: Las placas oceánicas hidratadas transportan agua hacia el manto al descender en las zonas de subducción.

  2. Almacenamiento: La ringwoodita y otros minerales hidratados, como la wadsleyita, retienen agua en la zona de transición.

  3. Liberación: Procesos magmáticos y el ascenso de diamantes pueden devolver agua a la superficie, completando el ciclo.

Este ciclo profundo tiene tiempos de residencia extremadamente largos, en escalas de millones de años, y juega un papel crucial en la regulación del agua disponible en la superficie terrestre a lo largo del tiempo geológico.

La zona de transición y los diamantes

En la sección transversal del planeta Tierra, la zona de transición, que separa el manto superior del inferior, es una región de alta presión donde se forman tanto la ringwoodita como los diamantes. Los diamantes actúan como cápsulas del tiempo geológicas, preservando inclusiones de ringwoodita y agua mientras son transportados a la superficie por erupciones volcánicas profundas, como las asociadas a kimberlitas. Estas inclusiones proporcionan una ventana directa al manto profundo, revelando las condiciones químicas y físicas de esta región inaccesible.

Corte transversal del planeta Tierra (Perason et al, 2014)
Corte transversal del planeta Tierra (Pearson et al, 2014). Crédito imagen: Kathy Mather.
Impacto en la comprensión de la Tierra

La presencia de agua en la ringwoodita no solo altera nuestra percepción de la composición del manto, sino que también tiene implicaciones para la dinámica del planeta. El agua almacenada en el manto puede influir en la viscosidad del material mantélico, afectando procesos como la convección y el movimiento de las placas tectónicas. Además, la existencia de estos reservorios profundos sugiere que la Tierra es un sistema hidrológico más complejo de lo que se pensaba, con agua circulando entre la superficie y el interior a lo largo de su historia geológica.

Investigaciones futuras

A pesar de los avances, aún quedan preguntas por responder. ¿Cómo varía la cantidad de agua en la ringwoodita a través del manto? ¿Qué otros minerales hidratados podrían contribuir al ciclo profundo del agua? Las investigaciones actuales buscan analizar más inclusiones en diamantes y realizar experimentos de alta presión en laboratorio para simular las condiciones del manto.

La ringwoodita, con su capacidad para almacenar moléculas de agua en el manto profundo, sugiere depósitos de proporciones colosales, aunque hay que especificar que no se encuentra en forma líquida (es decir, no son “océanos subterráneos”), sino  como millones de moléculas en inclusiones dentro de la estructura cristalina de unidades de ringwoodita hidratada (en forma de grupos -OH). Este mineral no solo es un testigo de los procesos geológicos extremos del interior terrestre, sino también una pieza clave en el rompecabezas del ciclo hidrológico global. A medida que la ciencia avanza, la ringwoodita continúa iluminando los misterios de nuestro planeta, recordándonos que incluso en las profundidades más inaccesibles, el agua —el elemento de la vida— está presente.


Química líquida: El agua en el planeta Tierra


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Emiliano Monroy-Ríos